En una interesante y reveladora entrevista con BAFTA para su serie “Film Firsts”, Penélope Cruz recuerda sus experiencias iniciales en el set de “Ferrari”, en particular su primer día trabajando con su coprotagonista Adam Driver.

Sus reflexiones brindan una visión fascinante de la dinámica detrás de escena del cine y su enfoque de su oficio.

La anticipación y la emoción
El entusiasmo de Cruz por empezar a trabajar en “Ferrari” era palpable. Como actriz consumada, ha experimentado muchos primeros días en el set, pero éste tuvo una mezcla única de anticipación y curiosidad. Dirigida por el renombrado Michael Mann, “Ferrari” prometía ser un proyecto desafiante y gratificante, y Cruz estaba ansiosa por sumergirse en su papel.

“Creo que empezamos con algo bastante fácil”, recuerda Cruz, haciendo alusión a la planificación estratégica que suele acompañar a los primeros días de rodaje. Es común que los directores faciliten a los actores la adaptación a sus papeles con escenas menos exigentes, lo que les permite encontrar su equilibrio y generar química con sus compañeros de reparto. Para Cruz, este enfoque fue particularmente beneficioso mientras se preparaba para compartir pantalla con Adam Driver, conocido por sus actuaciones intensas y transformadoras.

Construyendo química con Adam Driver
Las escenas iniciales pueden haber sido manejables, pero la intensidad no tardó mucho en aumentar. “El segundo día, Adam y yo ya estábamos en una de nuestras peleas más profundas en el personaje”, revela Cruz. Esta rápida escalada a escenas cargadas de emociones requirió que ambos actores establecieran rápidamente una fuerte conexión en pantalla.

A pesar de la intensidad de sus escenas, Cruz y Driver lograron mantener una relación de trabajo positiva fuera de cámara. “En la vida, tenemos un sentido del humor muy similar y podemos hacernos reír fácilmente”, comparte Cruz. Este sentido del humor compartido ayudó a equilibrar el peso emocional de sus actuaciones, creando un ambiente de apoyo y colaboración en el set.

La admiración de Cruz por el talento de Driver es evidente. “Realmente disfruté la experiencia de trabajar con él. Creo que es un gran actor”, dice. Su capacidad para realizar una transición fluida entre momentos alegres fuera de cámara y escenas intensas y dramáticas frente a cámara habla de su profesionalismo y dedicación a su oficio.

El desafío de trabajar con Michael Mann
Cruz también reflexiona sobre los desafíos únicos y las oportunidades de aprendizaje que presenta trabajar con el director Michael Mann. Conocido por su meticulosa atención al detalle y su exigente ética de trabajo, Mann empuja a sus actores a ofrecer sus mejores actuaciones. “Es una gran escuela. Es muy dura e intensa, pero él es uno de los mejores directores que existen y puedes aprender mucho de él”, señala Cruz.

El amplio conocimiento de Mann sobre realización cinematográfica se extiende más allá de la dirección y abarca varios departamentos involucrados en el proceso de producción. Para Cruz, esto significó que cada momento en el set era una oportunidad para aprender y crecer como artista. “Si mantienes los ojos abiertos, realmente puedes aprender de él”, subraya, destacando la importancia de ser observador y receptivo a la sabiduría impartida por cineastas experimentados.

Equilibrando intensidad y levedad
El proceso de trabajo en “Ferrari” fue innegablemente intenso, con muchas escenas que requirieron una profunda inversión emocional. Cruz y Driver tuvieron que permanecer en el personaje, manteniendo la tensión emocional necesaria para retratar auténticamente su compleja relación. “La mayoría de nuestras escenas eran así, por lo que fue un desafío”, admite Cruz.

Sin embargo, el equilibrio entre intensidad y ligereza es crucial para sostener proyectos creativos a largo plazo. La capacidad de compartir momentos más divertidos y reír juntos ayudó a Cruz y Driver a afrontar las exigencias emocionales de sus papeles, enriqueciendo en última instancia sus actuaciones.

Conclusión: una experiencia memorable
Las reflexiones de Penélope Cruz sobre sus primeros días en el set de “Ferrari” ofrecen una mirada cautivadora al mundo del cine. Sus experiencias con Adam Driver y Michael Mann subrayan la naturaleza colaborativa de la industria y la dedicación necesaria para dar vida a personajes complejos.

Mientras Cruz continúa cautivando al público con sus actuaciones, sus ideas nos recuerdan la pasión y el trabajo duro que sustentan cada proyecto cinematográfico exitoso. Su viaje en el set de “Ferrari” es sólo un capítulo de una extraordinaria carrera, marcada por una búsqueda incesante de la excelencia y un amor inquebrantable por el arte del cine.